muñeca...

Publicado en por Hädä dë lä LüNä

 


Mi cara esta mojada, no sé si es la lluvia o lágrimas de más, la calle está desierta, no hay viento, solo lluvia...
El cielo es gris, como mis pensamientos, sigo caminando, no tengo una dirección, mis pies no me obedecen, siguen su propia ruta, todo duerme en un silencio profundo, camino sin mirar a ningún otro punto que no sea el cielo, es increible como no eh tropezado.

Mi ropa pesa cada vez más, tengo frío, no siento nada... La lámpara del fondo esta vacilando, pronto su luz se apagará y me dejara aqui en la oscuridad de la tarde que agoniza; no eh comido y me duele el estómago, mi nariz esta helada, mi piel es cada vez más de un azul oscuro, pero....no siento nada.

No recuerdo como fue aquel día, fu hace tanto tiempo, siento que la cabeza me va a estallar de tanto intentar sin lograr nada, no recuerdo como era tu rostro, tus manos, no recuerdo tu calor, ni tus palabras...

Sigo caminando la tienda de chocolates de la esquina que tanto te gustaba cerró hace varios años, lo sé porque siempre paso por aqui, pero aún guarda ese aroma delicioso,  las calles sombrías de Londres me hacen volver al pasado, cuando los dos jugábamos con nuestras bicicletas, en ese entonces sabía que era la felicidad.

Recuerdo aquella tarde cuando te grité y te dije que no quería volver a verte, porque habías perdido mi muñeca favorita días atrás, te quedaste pasmado, sin saber que decir, yo no paraba de maldecirte porque yo te la había confiado y tú la olvidaste, tus ojos se llenaron de lágrimas, intentaste decirme algo, pero yo no te dejé, me pediste perdón y dijiste que me tenías una sorpresa, yo estaba tan llena de coraje, de odio...

Te grite que no eras mi amigo, que desaparecieras de mi vida, que ojalá nunca te hubiera conocido, tú no pudiste más y te desvaneciste, de repente te tenía arrodillado ante mí pidiendome que no me molestara que pronto descubriría una gran sorpresa, yo no quería ningún chocolate como los que acostumbrabas darme cada vez que me molestaba contigo, esta vez era diferente, era algo muy preciado para mí y lo sabías y aún con eso lo perdiste...

Antes de  de darme la media vuelta juré que pagarías por lo que me habías hecho, te dejé ahí, en el piso, corri y corri, las lagrimas salían de mis ojos como el agua sale de los manatiales, llegué a la casa de mi abuela, subí al cuarto en donde solíamos pasar las tardes jugando a los piratas, destrocé todo, destendí la cama, arrojé nuestras fotos al piso, y un brillo me deslumbró, una caja de cartón, con un gran moño rojo estaba en el alféizar de mi ventana, lo tomé y un viento helado entró como anunciando algo, me estremecí, me apresuré a destaparlo y vi una muñeca igual a la mía, olía a nuevo, su vestido no tenía enmendaduras, y su cabello era brillante como el moño;  no era la mía, pero era igual, una nota a un lado de ella con tu letra horrible decia: "Perdóname por haber perdido a tu muñeca, aqui está otra, se que no es la misma, pero espero que te guste, me costo mucho conseguirla, hice muchas cosas malas,pero creo que valdrán la pena porque se dibuje una sonrisa en tu carita más bonita que la de ella, quiero que sepas que haría cualquier cosa por ti, porque TE AMO."

Mi corazón se me hizo chiquito, no sabía que hacer ni que decir, no sabía si sentir coraje o sentir alegría, ¿cómo puede reaccionar una niña de 8 años ante tal declaración? asi que decidí ir a buscarte y pedirte perdón, ahora la muñeca ya no importaba tanto, asi que corrí a nuestro lugar de encuentro en donde horas antes te había dejado solo, pensaba llegar y decirte que yo tambien te amaba que lo había hecho todo este tiempo, y que me perdonaras.

Cuando llegué vi a mucha gente reunida, hombres de blanco te subían a una ambulancia, el señor de la tienda de muñecas tenía una riña con el policia, decía que se le había pasado la mano, que no era para tanto y que él no iba a ser responsable de ningún cargo, mis pies no me respondían, no podía correr hacia ti, la ambulancia se alejó sin hacer ningún ruido, anunciando que en ese momento un angelito de 8 años subía el cielo, para abandonarme en este horrible mundo...

Mi cara esta mojada, no se si es la lluvia o lagrimas de más, la calle está desierta, no hay viento, solo lluvia, el cielo es gris, como una muñeca que  cuelga de mi mano...


Etiquetado en AMOR

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